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Podríamos decir que, en cuanto a explicaciones sobre la erótica, el ano es el gran olvidado. Hablamos mucho del pene, de la vagina, de la vulva… pero el ano siempre queda un poco en el olvido.
Por fin estamos empezando a diferenciar entre prácticas eróticas y orientación del deseo, y a entender que todo el mundo puede disfrutar de las prácticas anales: de todos los sexos y todas las orientaciones. Cada vez son más las personas que se atreven sin dudar a probar prácticas eróticas que tienen como protagonista la zona anal, y eso también incluye los juguetes.
En cuanto a anatomía, la zona del ano es una zona muy sensible y con muchas terminaciones nerviosas, convirtiéndola en una zona erótica importante y apta para todo tipo de estimulaciones: caricias, masajes, penetraciones, lametones… ¡Échale imaginación!
Si bien, hay que tener paciencia a la hora de estimular, ya que la dilatación de la zona del ano es lenta y progresiva por lo que es mejor introducir objetos de menor a mayor tamaño y con cuidado para que no haya problemas, como fisuras o incluso rasgados.
La zona del ano tiene algunas peculiaridades que hay que tener en cuenta, pero también muchos mitos y leyendas a su alrededor. Una de las cosas más importantes a tener en cuenta, por ejemplo, es que el ano no tiene lubricación natural, por lo que es muy importante utilizar lubricantes.
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